domingo, 26 de junio de 2016

El Palacio del Placer



Parada obligatoria en el descanso de la mayoría de los cazadores… y algunas cazadoras. El Palacio del Placer se erigió a la misma velocidad con que se levantaron las murallas de la ciudad. Aunque al principio era solo un bar que servía las reservas de alcohol de un supermercado que había quedado en escombros, pronto a Hank Agratica se le ocurrió contratar algunas jovenes a que bailaran sobre la barra.

Entre ese primer grupo de jovencitas, estaba Anais Simmons, de 17 años de edad. Huérfana a la fuerza por un ataque repentino de criaturas en las afueras de la ciudad, Anais no sabía como ganarse la vida, por lo que la oferta de Hank parecía la mejor opción.

Anais mostraba su delgada figura en un traje con poca tela. Sus pequeños senos apenas se cubrían detrás de los sostenes y su grandes glúteos brillaban con fuerza cuando sudaba. Una tanga mínima apenas le vestía de la cintura para abajo.

El cabello largo, la piel morena y su sonrisa pícara, fueron elementos que Anaís dominó para llevarse muchas monedas de oro como propina. Pero Hank no dejaría que esa flor creciese sin control.

Poco a poco fue subestimando sus habilidades, no le permitía salir con clientes y le dio la facilidad de vivir en el Palacio del Placer, pero sería la excusa perfecta para secuestrarla.



Al terminar el turno nocturno, y sin nadie en el local, Hank aprovechó la soledad para sodomizar a Anaís. A la bailarina, pocas fuerzas le quedaban para luchar contra este control inaudito.

Al cumplir los 19 años, Anaís conoció a Francesc, un chico que trabajaba limpiando el depósito y la parte de atrás del local. Hábilmente, iniciaron una relación que Hank ignoró por meses.

Pero los rumores vuelan en la ciudad amurallada, y el dueño del palacio, al enterarse de lo que le estaba haciendo su favorita, decidió solucionar el asunto. Francesc fue llevado a terrenos salvajes por los guardaespaldas de Hank, sin nada con que defenderse de las criaturas.

Había Alarma 4 en la Escala de Mularkey y Francesc, totalmente desnudo, fue descuartizado por cuatro hambrientas criaturas, ante la sádica mirada de los guardaespaldas.

Anaís escuchó la noticia de los propios guardaespaldas al jefe, y dominada por su ira, le partió una botella a Hank en la cabeza, para luego acuchillar con el vidrio repetivamente al hombre de negocios, que finalmente falleció.

Los guardaespaldas, congelados, no tuvieron tiempo de reaccionar.
Así Anaís, les ordenó que llevaran los restos del cuerpo de Hank a la basura y limpiaran la sala, que el show estaba por comenzar.

Ese día, Anaís empezó a llamarse Señora Minx, y sus compañeras bailarinas, pasaron de solo entretener los ojos de los clientes, complacerlos carnalmente.

Este cambio de gerencia hizo que más gente llegara a saciar sus vicios y las miradas se pusieran sobre el Palacio del Placer.

Esa fue la época en que el Ministerio de Defensa propagó la idea de entrenar y enviar cazadores a los territorios salvajes. Así aparecieron los cazadores y la mayoría coincidían en las instalaciones de la Señora Minx.


Leonardo Cubo

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